El año pasado me dió por reciclar camisetas que mi marido no se ponía para poder aprovecharlas yo. Busqué por Internet y encontré cosas interesantes.
Las primeras que corté y destrocé fueron éstas:
Hace poco una amiga me dijo que tenía una camiseta muy fea y vieja y que si podía hacer algo con ella, y el resultado fué éste:
No hay comentarios:
Publicar un comentario